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Clik here to view.El pasado lunes y martes delegados oficiales de EEUU y China se congregaron en Washington para el “Diálogo Estratégico y Económico entre EEUU y China”. La querella de divisas entre ambos países era uno de los temas prioritarios a alternar. El gobierno de EEUU ha estado presionando al gobierno Chino para que permita que el yuan suba significativamente su valor en relación al dólar.
Durante los dos días de este encontronazo, los agentes de EEUU imprimieron que consideran que el yuan está compuestamente devaluado, y que China está auxiliando a crear desequilibrios económicos internacionales. Según el punto de vista de los americanos, la política China está favoreciendo a la pérdida de empleos en EEUU – pero también está dificultando que el People’s
Bank of China (PBC) suba los tipos de provecho básico a un nivel conveniente para poder batallar la creciente inflación en China. Cuatro cuestas del tipo de provecho desde finales del año pasado, así como siete subidas de las exigencias de reservas bancarias por parte de las autoridades financieras de China no han podido frenar la subida de precios, aunque las últimas cifras muestran que en abril la inflación ha bajado un 0,1% a 5,3%. En marzo la tasa de inflación alcanzó el 5,4%, su máximo en los últimos 32 meses.
La subida de precios está impulsando a muchos ciudadanos chinos a comprar metales preciosos en un intento de proteger sus ahorros. Al igual que en otros países asiáticos, cada vez más chinos aumentan su poder adquisitivo, especialmente los residentes de ciudades costeras como Shanghai o Shenzhen. En febrero, el déficit comercial entre EEUU y China fue de 18.8 millardos. En el mismo mes, 1,15 billones de las reservas monetarias de China eran Treasuries, por lo que China es el mayor país tenedor de deuda soberana de EEUU.
Por esta razón, en los últimos dos meses el gobierno Chino ha instado pública y repetidamente a los líderes políticos americanos a garantizar la estabilidad futura del dólar. La preocupación de los dirigentes comunistas sobre la política monetaria laxa de la Federal Reserve crece a diario, y están alarmados ante la trayectoria fiscal del gobierno de EEUU.